Su carrera comenzó realmente en octubre de 2017, cuando decidió dedicarse por completo a la religión. Desde entonces, K.S Bloom fusiona rap y coupé-décalé, francés y nouchi (jerga marfileña), entusiasmo religioso y humor para llegar y evangelizar a su audiencia.
Un ascenso espectacular
En su primer álbum lanzado en 2021, titulado Allumez la lumière, recuerda que el paraíso es preferible al infierno. Su éxito se atribuye a la bendición divina, según su manager Rodrigue Liabi, pero también a su talento para crear ritmos y melodías pegajosas, así como a un meticuloso trabajo en la postproducción de sus temas.
Costa de Marfil y Francia son los países donde tiene el mayor número de admiradores, pero su música también atrae en naciones mayoritariamente cristianas, como la República Democrática del Congo, Gabón y Camerún.
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Una notoriedad bien gestionada
K.S Bloom vive su fama con serenidad, priorizando su vida espiritual actual. Se burla amablemente de la rigidez de algunos creyentes y considera que sus rastas y tatuajes no son incompatibles con su fe. Esta tolerancia atrae a su público.
Rodeado de un equipo dedicado, K.S Bloom sigue las recomendaciones de una consejera espiritual que también organiza los momentos de oración. El futuro de K.S Bloom podría estar en el ministerio pastoral, pero por ahora, se centra en acciones caritativas, el lanzamiento de su segundo álbum en junio, Disciple dans la ville, y una gira internacional.
Este artículo se ha redactado a partir de la información facilitada por el sitio web del periódico Le Figaro aquí.