Li Qiang, recién elegido Primer Ministro chino, enfrenta desafíos económicos
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Li Qiang sucede a Li Keqiang, quien se retira después de dos mandatos de cinco años durante los cuales su influencia disminuyó, mientras que Xi Jinping consolidó su poder y orientó la segunda economía mundial hacia una dirección más estatista. Li Qiang es el primer Primer Ministro desde la creación de la República Popular que nunca ha ocupado un puesto en el gobierno central, lo que significa que podría enfrentar un período de adaptación difícil durante sus primeros meses de trabajo, según analistas.
Li Qiang, un aliado de Xi Jinping
Los estrechos vínculos de Li Qiang con Xi Jinping, de quien fue jefe de gabinete entre 2004 y 2007, le permitirán avanzar en sus objetivos, según la dirección. «Mi interpretación de la situación es que Li Qiang tendrá mucho más margen y autoridad dentro del sistema», dijo Trey McArver, cofundador de la consultora Trivium China.
Xi Jinping, de 69 años, coloca a una serie de leales en puestos clave durante el mayor cambio de gobierno en una década, mientras una generación de funcionarios más reformistas se retira y él fortalece aún más su poder después de ser elegido por unanimidad presidente para un tercer mandato, en gran parte simbólico, el pasado viernes.
Los desafíos económicos a superar
La economía china creció solo un 3% el año pasado y, durante la apertura del Parlamento, Pekín estableció un objetivo de crecimiento modesto para 2023 de alrededor del 5%, el más bajo en casi tres décadas. La principal misión de Li Qiang este año será alcanzar ese objetivo sin provocar una inflación importante o un endeudamiento excesivo, dijo Christopher Beddor, director adjunto de investigación sobre China en Dragonomics.
La recuperación post-pandémica de China ha sido desigual, con una inflación en febrero más baja de lo esperado, mientras que el gigante chino del comercio electrónico JD.com Inc advirtió el jueves que la reconstrucción de la confianza del consumidor llevará tiempo. Algunas de las empresas privadas más exitosas de Pekín, como Alibaba, han sido golpeadas por represiones severas y obstáculos regulatorios en los últimos años, y Li Qiang deberá esforzarse por restaurar la confianza en el sector privado.
Las empresas internacionales también siguen siendo cautelosas. Por primera vez en 25 años de encuestas, la Cámara de Comercio de Estados Unidos en China dijo a principios de mes que la mayoría de las empresas encuestadas ya no consideran a China como una «prioridad principal de inversión». Sin embargo, China busca presentar una cara económica acogedora. El pasado viernes, la agencia de noticias Xinhua informó que un funcionario de la agencia de planificación china se reunió con un vicepresidente del gigante estadounidense de semiconductores Qualcomm Inc y aseguró que China ofrecería un buen entorno comercial para las multinacionales.
Este artículo se ha redactado a partir de la información facilitada por la agencia de noticias Reuters aquí.
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